27 julio 2015

Alas Rotas



Es bastante agonizante, el hecho que alguien tome un objeto punzocortante y arranque nuestras alas de raíz. Eso es devastador.


Pero si hay algo peor que ese hecho, es que tú te lances de un veinteavo piso y en la caída tus alas hayan sufrido los daños. Cuando eres tú, quien corta tus propias alas… es un crimen. Una gran pena en tu alma, que te acompañará por un largo tiempo.  

Hoy la cálida sangre recorre mi espalda, el dolor es casi insoportable. El aire se me escapa a través de la sonrisa, mi oxigeno es escaso y la sal que suele recorrer mi vida me está agrietando los labios.


Es absurdo tratar de negar que estoy herida.  Mis fracasos me agobian repetidamente, y si algo es liberador para mí, es escribir. Por eso no dudé ni un minuto al plantearme el simple hecho de crear un blog. Es mi vida, son mis sentimientos… es mi esencia.

He vivido como un aprendiz de nómada por casi cuatro años. Voy y vengo, nado y vuelo… la vida siempre viene y va, pero curiosamente siempre regreso al mismo lugar. 

Estoy atrapada en un círculo y no sé cómo salir de él.  Ese círculo a veces duele, muchas veces me causa ansiedad, otras tantas me hace llorar y en ocasiones muy escasas me hace feliz.

Últimamente me pregunto: “¿A dónde se fueron mis sueños?”. Hace rato se perdieron un poco, pero una de las metas de éste verano es encontrarlos nuevamente. Deseo volver a tocar las nubes, navegar en las estrellas… no recuerdo la última vez que lo hice. Sólo sé que fue estupendo. ¡Volar es lo máximo!

Por las circunstancias regresé a la casa de mi madre por el verano… en líneas generales, mientras remiendo mis alas…  sin embargo este año no quiero repetir lo mismo de los cuatro años anteriores, este año no quiero remendarlas. Este año, verdaderamente quiero sanarlas. Hacer que sanen, suena improbable… lo sé. Pero nada en la vida es imposible, así que no será fácil… pero lo lograré.

Este verano estará lleno de medicamentos, amerito sanar, mis alas necesitan volver a crecer, y para mi es una prioridad volver a respirar. De este verano quiero metas alcanzadas, experiencias furtivas, sueños presentes, miedos eliminados y rencores borrados. Si lo veo de cierto punto de vista, tampoco es tanto… “hay vidas peores”, diría mi mamá.
¿Cómo lo haré? Sé que cada día, este verano me irá dando las herramientas para realizar cada una de las cosas que tengo que hacer, ya me dio un pequeño tesoro escondido… este blog, convertido en diario, que probablemente lleve el resto de la vida en mi corazón. Sólo me queda  comenzar a llenar este cofre de oro. En mi caso, no hay nada más valioso que los sentimientos.

Finalmente debo confesar que, la depresión me produce sueño y es inevitable estar deprimida cuando estoy consciente que volví a destruir mis alas… Creo que son muchas emociones para el día, ya que, aunque parezca mentira, estoy completamente emocionada por haber creado este blog… Alivia un poco mi infinita depresión.

Por los momentos iré a la cama, a ver si puedo soñar ésta noche de cielo azul. Sólo pondré a prueba, si tal vez, puedo liberarme en esta linda noche estrellada. Sin más que agregar me despido, confiando fervientemente en que mis letras y yo, nos llevaremos muy bien.
¡Buenas noches!

Con amor: Ligia Elena.